sábado, 30 de junho de 2012

Franco presiona a Brasil y a la Argentina con la energía


En rueda de prensa advirtió que nunca le sacarán ni una palabra en contra de Cristina Fernández de Kirchner.El titular de la OEA, José Miguel Insulza, dijo que esa organización no intervendrá en el conflicto paraguayo

Aislado del contexto internacional, el flamante presidente paraguayo, Federico Franco, recordó ayer a Argentina y Brasil la dependencia que tienen de las dos centrales hidroeléctricas que comparten con Paraguay, Yacyretá e Itaipú, respectivamente, al ser consultado sobre el rechazo que ha generado su llegada al poder en los dos países vecinos.
En un encuentro con la prensa extranjera, Franco dijo que su intención es tener “buenas relaciones” con la presidenta argentina, Cristina Fernández, y la brasileña, Dilma Rousseff, en los 14 meses que quedan para que termine la gestión que hasta el viernes encabezaba el exobispo Fernando Lugo.
“Lo que menos quisiera es tener problemas con nadie y menos con dos países poderosos que tienen al Paraguay en el medio”, advirtió.
Franco agradeció el respaldo de Canadá y Taiwán a su Gobierno y dijo entender de alguna forma el rechazo de buena parte de la comunidad internacional con el argumento de “nunca le va a dar el gusto a nadie”.
En el caso de Argentina, cuya presidenta fue la primera en rechazarlo y en retirar a su embajador de Asunción, indicó que va a tratar de tener con Fernández “un trato especial”.
“No me va a sacar una sola palabra en contra de ella, voy a hacer todo el esfuerzo para que la señora Cristina entienda que Paraguay tiene con Argentina un compromiso claro con Yacyretá”, la central hidroeléctrica que comparten sobre el río Paraná. “Gran parte de la iluminación de Buenos Aires se la estamos entregando nosotros desde Yacyretá”, recalcó. Además, dijo que la mayoría de “los comercios que se hacen en el Paraguay vienen de Argentina”, que en el país “están radicados muchos empresarios de la nación vecina” y que “históricamente las relaciones bilaterales fueron muy armónicas”.

Que consulte a compatriotas
En los mismos términos se refirió a Brasil, a cuya presidenta, Dilma Rousseff, le pidió “que consulte con sus compatriotas” que viven en Paraguay, conocidos como “brasiguayos”, sobre su postura respecto a la crisis política. Una delegación de ese sector, formado, según dijo Franco, por alrededor de medio millón de personas que habitan vastas extensiones agrícolas próximas a la frontera común, se reunió ayer precisamente con Franco para darle su apoyo “por unanimidad”, dijo el jefe de Estado. “Cuando sus tierras eran invadidas, la gente de la Embajada (brasileña) le respondía (a Rousseff) que no podía hacer nada porque este país (Paraguay) es autónomo”, dijo este martes Franco, que pidió respetar ahora esa “misma autonomía” y la “libre determinación de los pueblos”. El gobernante remarcó asimismo que “gran parte de la energía de Sao Paulo es abastecida por Itaipú”, por lo que “no hay razón para tener malas relaciones con los brasileños”.

No intervendrá la OEA
El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Miguel Insulza, señaló ayer que la posibilidad más cierta de que un acuerdo efectivo se produzca en Paraguay es a través del proceso electoral que tendrá lugar el próximo año y descartó una mayor intervención del organismo a su cargo. Insulza agregó que en Paraguay hay condiciones para entablar un diálogo, aunque precisó que no será fácil porque el Congreso ya realizó el juicio político que determinó la destitución del presidente Lugo. “Las condiciones para entablar un diálogo existen, pero no es fácil porque el Congreso ya ha actuado”, dijo.

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