sábado, 3 de setembro de 2011

Importaciones desde Brasil son un récord

Las exportaciones solo aumentaron 11,6%, mientras que las compras acumulan un crecimiento interanual del 95%.
DILMA ROUSSEFF
El déficit comercial de la Argentina con Brasil acumuló un crecimiento interanual del 95 por ciento en agosto último, a raíz de importaciones que batieron un récord y exportaciones que solo aumentaron 11,6 por ciento. Así lo informó el Gobierno brasileño, que puntualizó que las compras argentinas a ese país crecieron 27,8 por ciento en agosto, hasta los 2.205 millones de dólares, mientras que las exportaciones aumentaron un 11,6 por ciento, a 1.438 millones de dólares. El déficit comercial alcanzó así los 776 millones de dólares, según las estadísticas brasileñas, publicadas por el diario El Cronista. El déficit comercial acumula en el año 3.727 millones de dólares, ya que las exportaciones argentinas crecieron 18,4 por ciento, mientras que las importaciones 31,5 por ciento. De esta manera, la Argentina perdió el tercer lugar en el ranking de exportadores a Brasil: fue superada por Alemania, en un podio que lideran Estados Unidos y China. Analistas locales advierten que ya comienzan a notarse los efectos del enfriamiento de la economía brasileña, que en los últimos meses solo se expandió 1 por ciento. Hace pocas semanas el gobierno de Dilma Rousseff lanzó un paquete de medidas de incentivo industrial que todavía no llegó a implementarse.

La brasildependencia
El default argentino acentuó la brasildependencia argentina, lo que se confirma en el intercambio desigual entre ambos países. Otra evidencia es que la Argentina, dentro del Mercosur, depende cada vez más que sus negocios de comercio exterior los pueda realizar con el vecino país.
El mayor default de la historia fue precedido en 1999 por una crisis económica y devaluación en Brasil, el mayor socio comercial del país. Aquella devaluación del real representó el comienzo del fin de la convertibilidad. Una década después de aquellos sucesos, la brasildependencia de la economía argentina vuelve a encender un luz amarilla en el bloque del Mercosur.
La sobrevaluación de la moneda brasileña está compensando la pérdida de competitividad que, para varios sectores industriales argentinos, genera la combinación de inflación de dos dígitos y dólar quieto.
Para evitar una mayor sobrevaluación del real, el nuevo gobierno de Dilma Rousseff está cambiando el sesgo de la política económica, advierte el economista Ricardo Delgado.
De operar sobre el tipo de cambio ha pasado a hacerlo sobre los precios internos, con herramientas monetarias (suba de tasas de interés) y fiscales (desaceleración de gasto). Uno de los temores es que Brasil devalúe el real. Por otra parte, la baja de tasas en el vecino país puso advertidos a los empresarios argentinos. Tras el anuncio, el real cayó 1%. El temor es por el futuro de las ventas a ese país. Toda esta política monetaria brasileña acelera la devaluación del real y pone presión sobre el peso argentino. A su vez, el mercado carioca teme que la devaluación del real enfríe la economía.

Advierten que se desaceleró el comercio en el mundo.
El tema económico sigue preocupando. La OCDE informó ayer que el comercio de los países industrializados del G7 y los grandes emergentes (BRICS) sufrió una fuerte desaceleración en el segundo trimestre, datos que confirman la preocupación sobre el dinamismo de la economía mundial.
La desmejora tiene sin embargo dos excepciones: China y Brasil, países en los que los flujos comerciales crecieron con ímpetu en ese periodo.
Pero el panorama general es aflictivo: las importaciones totales del G7 y de los BRICS crecieron apenas un 1,1 por ciento, después de haber registrado un ascenso trimestral de 10,1 por ciento en enero-marzo, precisó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En cuanto a las exportaciones totales de ambos bloques, subieron un 1,9 por ciento en el segundo trimestre del año respecto al primero, cuando habían crecido un 7,7%.
El G7 está integrado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá. Los BRICS por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
En China, las importaciones también se desaceleraron mucho, a 0,7 por ciento, frente a 11,1 por ciento en el primer trimestre, pero las exportaciones tuvieron un impresionante repunte de 10 por ciento, después de haber crecido sólo 2,9 por ciento en enero-marzo.
En Estados Unidos, el crecimiento en las importaciones bajó a 3 por ciento desde el 11,1% en el primer trimestre, mientras que la expansión de las exportaciones cayó a 2,6 por ciento desde el 5,6%.
Por su parte, las exportaciones brasileñas tuvieron un incremento de 11,2 por ciento, frente 5,7 por ciento en el trimestre anterior.

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