sexta-feira, 3 de junho de 2011

Argentina y Brasil ponen freno a la pelea comercial

ACUERDO. FERNANDO PIMENTEL Y DEBORA GIORGI
La Argentina y Brasil comenzaron a poner fin ayer a la disputa comercial y acordaron liberar el ingreso de productos varados en la frontera. Destrabar el tema de los autos y facilitar de aquí en más el ingreso de mercancías con el fin de preservar el Mercosur, cumpliendo el límite de 60 días fijado por la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El acuerdo fue sellado entre los ministros de Industria de la Argentina, Débora Giorgi, y de Brasil, Fernando Pimentel, tras una reunión de dos horas en Brasilia que apuntó a destrabar la circulación de mercancías por unos 35.000 millones de dólares anuales. Ambos ministros llegaron a ese encuentro con la decisión política de sus presidentas, Cristina Fernández y Dilma Rousseff, de poner un freno a la pelea comercial.
Así, acordaron “facilitar los trámites” para el ingreso de productos entre ambos países y la liberación de mercancías varadas en la frontera, en una reunión bilateral que se llevó a cabo en Brasilia. Asimismo, los funcionarios acordaron mantener reuniones bilaterales para tratar cuestiones de intercambio comercial y expresaron su “satisfacción” por el resultado del encuentro, en un comunicado conjunto. El encuentro ministerial estuvo precedido por una reunión entre el secretario de Industria y Comercio de Argentina, Eduardo Bianchi, y el secretario ejecutivo del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Alessandro Teixeira, y sus respectivos equipos de trabajo.

“Los ministros coincidieron en la importancia de promover el diálogo y el entendimiento entre los sectores privados de ambos países como instrumento para facilitar el desarrollo industrial equilibrado”, señalaron en el comunicado conjunto. Giorgi afirmó que “desde la Argentina vamos a poner toda nuestra vocación” para que los productos importados ingresen al país cumpliendo un máximo de retención de 60 días, que es el que establece la OMC en la aplicación de las LNA. “La vocación es cumplimentar” los tiempos de las LNA, dijo la funcionaria, y destacó que “agilizar los plazos significa que serán los que fija la OMC”. Sin embargo, Giorgi, quien rechazó que exista de parte del Gobierno argentino una política, no explicitada, de demorar en la aduana los cargamentos que ingresan al país, explicó que “hay organismos, como los que analizan las condiciones fitosanitarias, que tienen sus tiempos”, un poco más extendidos.
Por su parte, Pimentel destacó “el buen clima” que hubo en las negociaciones, ya que “tenemos una visión muy parecida de lo que debe ser la relación entre ambos países y de la economía mundial”. “Ambos países concordamos con la necesidad de acelerar las importaciones y reducir los plazos” de aplicación de las LNA, que en el caso de Brasil es a los automóviles, y en el de Argentina es a 557 productos, explicó. Pimentel manifestó que el gobierno brasileño utilizó las LNA para automóviles, un sector en el que tuvieron un fuerte déficit comercial, y eso creó un problema con Argentina, porque de 10 autos importados 5 vienen de su socio del Mercosur.
En la reunión, mantenida ayer, el gobierno brasileño pidió asegurar previsibilidad en las exportaciones destinadas a Argentina y reforzó el pedido para que se logre analizar las licencias en, como máximo, 60 días, además de garantizar que los productos brasileños con importación autorizada puedan ser efectivamente comercializados en territorio argentino.

ACUERDO. FERNANDO PIMENTEL Y DEBORA GIORGI
La Argentina y Brasil dieron ayer fuertes señales de distensión en el duro conflicto comercial desatado por las trabas a las importaciones en ambos países, en una clara decisión de que priorizarán el Mercosur por encima de las diferencias coyunturales. En un gesto inequívoco de que se decidió enfriar el conflicto, Brasil autorizó el ingreso de más de 2.000 autos mientras que la Argentina comenzó a dejar entrar neumáticos, baterías y maquinaria agrícola. Así, ambos países preparan un terreno allanado con vistas al encuentro clave que mantendrán mañana en Brasilia los ministro de Industria de la Argentina, Débora Giorgi, y de Brasil, Fernando Pimentel.
Los vehículos cuyo ingreso fue autorizado por Brasil pertenecen a las terminales de General Motors y Fiat, confiaron fuentes oficiales a Noticias Argentinas. Entre los negociadores argentinos reinaba el optimismo con vistas al cónclave de mañana.
En especial, se destacaba la buena sintonía del llamado que Pimentel realizó el lunes a la ministra Giorgi. Incluso, se estima que este miércoles, un día antes del encuentro en Brasilia, el gobierno de Dilma Rousseff dejaría entrar otros 2.000 vehículos fabricados en la Argentina. El gobierno brasileño dijo a las automotrices brasileñas, englobadas en la Asociación de Fabricantes (Anfavea), que liberará importaciones de automóviles desde la Argentina por entre US$40 millones y US$50 millones. Eso comprende a la totalidad de los vehículos varados, estimó una fuente del sector, al promediar en US$ 11.000 el valor FOB de cada rodado. A su vez, el mayor socio del Mercosur está dispuesto a negociar la fijación de cupos de exportación en algunos sectores como maquinaria agrícola o línea blanca, tal como sugirió el Gobierno argentino en la reunión de secretarios de Industrias.

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