segunda-feira, 25 de abril de 2011

Doce muertos por los fuertes temporales en Brasil

Rio de Janeiro: Siete municipios declararon el estado de emergencia y otros siete, la alerta. Las aguas invadieron casas, puentes y calles.
PERDIDAS DECENAS DE VEHICULOS QUEDARON VARADOS POR LAS INUNDACIONES.

Las autoridades de Defensa Civil decretaron ayer el estado de emergencia en varias ciudades del Estado brasileño de Río Grande do Sul, donde las torrenciales precipitaciones dejaron al menos 12 muertos, miles de damnificados e importantes daños materiales.
Las precipitaciones comenzaron el jueves en la noche y ayer continuaban en algunas regiones.
Ari Ferreira, coordinador de Defensa Civil en la zona, informó que recibieron la notificación de emergencia de siete municipios, mientras que otros siete se encuentran en estado de alerta.
“Otros municipios que fueron afectados no han enviado ningún documento solicitando el estado de emergencia y ahí no podríamos notificar”, señaló el funcionario a la estatal Agencia Brasil.
Las ciudades de Taquari, Santa Cruz, Paverama, Piratini, Pareci Novo, Igrejinha y Cacequi ya decretaron la emergencia. En la mayoría de ellas, las aguas invadieron además de algunas casas, varios puentes y calles, afectando la prestación de algunos servicios básicos.
“En algunos municipios aún está lloviendo, pero la cantidad ya disminuyó. La expectativa es que mañana (por hoy) haga un tiempo seco y frío en el Estado”, adelantó Ferreira.
Hasta ayer por la mañana, 12 personas habían muerto: siete en Igrejinha, después de un deslizamiento que afectó seis casas, en Novo Hamburgo, donde murieron tres niños también por un alud que arrasó con su vivienda, las otras muertes ocurrieron en Sapucacia -un electrocutado- y en Fazenda Vilanova. “Escuché un ruido muy fuerte, parecía el fin del mundo. Sólo me dio tiempo de agarrar a mi esposa y a mi hijo de siete años y correr hacia fuera”, narró Gilberto Alves dos Santos, de 37 años, cuya casa fue una de las seis arrastradas por un deslizamiento en Igrejinha, una zona serrana de Río Grande do Sul.
“Me levanté cuando mi armario caía sobre mí, sólo tuve tiempo de salir por la ventana”, contó Valter José de Lima, de 80 años, también vecino de la zona devastada.
Las autoridades estiman, además, que cerca de 31.600 personas fueron afectadas, aunque no precisaron cuántos de ellos perdieron sus casas o si se tiene previsto el desalojo de alguna zona en riesgo.
Los cuerpos de rescate tuvieron incluso que disponer de botes en zonas inundadas para poder socorrer a personas atrapadas en sus casas.
“Fue una situación muy impactante, pero tenemos que conmemorar las vidas que fueron salvadas”, resaltó por su parte Jorge Luis Trindade, un socorrista voluntario de 46 años.
Ayer, se celebraron los funerales de varios de los fallecidos en los deslizamientos. El gobernador de Río Grande do Sul, Tarso Genro, asistió a los servicios para manifestar su “solidaridad con las familias que fueron víctimas de esta tragedia impredecible”.

Um comentário:

Clique na pagina 5 para visualizar outras posts /\